"Herramientas de autocuidado en salud mental anestesiológica en entorno quirúrgico" por la Lic. María Eugenia Piaggio


Dr. Leonardo Ghioldi, Médico Psiquiatra y docente de Riesgo Profesional en el Curso de la Carrera de Médico Especialista en Anestesiología.

El trabajo en la especialidad de anestesiología es, por definición, desafiante y exige habilidad en gestión del estrés, esta habilidad no es innata pero es susceptible de entrenamiento. Es fundamental comprender este aspecto; lo repito a fuerza de ser redundante: la capacidad de coping -afrontamiento- es entrenable. Como cualquier habilidad requiere de alguna constancia pero existen diversas estrategias que son convenientes implementar para cuidar el bienestar emocional. No es menor señalar que ese bienestar se derrama en una mejor calidad de trabajo, una mayor satisfacción del paciente y su familia y un entorno más saludable.

Aquí van algunos consejos generales que podrían ayudar a preservar el estrés y mejorar la calidad de vida, es una buena idea que cada profesional encuentre la actitud que mejor se adecúe a su personalidad:

  1. Gestionar el exceso de trabajo: el exceso de trabajo puede ser agotador -suele serlo sea que se advierta o no- y contribuye al malestar laboral. Es importante establecer límites claros, aprender a delegar tareas y compartir esfuerzos cuando sea posible. Comunicate con tu equipo para distribuir equitativamente las responsabilidades y asegurarte de que todos/as estén colaborando de manera efectiva. El dominio pleno y no culposo del NO PUEDO es un cerco de protección frente al burn out. 
  1. Mantener una buena relación con la familia: por elemental que suene decirlo la relación con la familia puede desempeñar un papel vital en tu bienestar. Es fundamental dedicar tiempo de calidad a los seres queridos y mantener una comunicación abierta. Explicales los desafíos y las demandas de tu trabajo para que puedan comprender mejor tus responsabilidades y brindarte el apoyo necesario: EXPRESAR el mundo interno en la red de contención es esencial.
  1. Practicar activamente el autocuidado: el cuidado personal es clave para manejar el estrés. Asegurate en forma consciente de priorizar tu salud física y emocional: a) establecé, controlá y regulá una rutina de sueño adecuada -higiene del sueño-,b) sin obsesionarse es conveniente tender hacia una dieta más saludable y evitar comer parado, con comidas rápidas y al paso que muchas veces culminan en atracones nocturnos combinados con alcohol, c) el ejercicio regular -el que resulte más amigable- es importante así como actividades que te ayuden a relajarte, como reunirse con amigos o practicar yoga, correr, meditar o disfrutar un hobby d) también es importante buscar apoyo social y emocional en grupos de pertenencia fuera del entorno laboral.
  1. Utilizar técnicas de manejo del estrés: este consejo es quizás el más aconsejable: durante situaciones de estrés quirúrgico intenso, es fundamental mantener la calma y concentrarse en el aquí y ahora. Cada profesional tiene un saber intuitivo de cómo afrontar el momento crítico sin embargo, podemos mencionar que suele resultar de utilidad la focalización ideativa en un contexto de concentración en la tarea concreta por hacer, también la respiración profunda acompañada de una mentalización positiva y optimista. Son pequeños gestos en un contexto psíquico de administración de pensamientos amenazantes o catastrofistas. Solicitar ayuda y anclar la atención en manuales de procedimientos pueden ser útiles para reducir la ansiedad. Por fuera del momento de urgencia y en función de preverlos es muy recomendable desarrollar habilidades de comunicación efectiva y trabajo en equipo ya que esto puede ayudarte a enfrentar desafíos de manera más eficiente y colaborativa.
  1. Buscar apoyo profesional: No dudes en buscar apoyo adicional si sentís que el estrés se está volviendo abrumador: son momentos en que un espacio personal en salud mental es la mejor inversión en nuestro bienestar. Los anestesiólogos tienen acceso a recursos de apoyo en salud mental, como terapia o asesoramiento, que, por lo general, ayudan a desarrollar estrategias más efectivas para manejar el estrés y promover tu bienestar.

Es necesario recordar que cuidar del propio bienestar es esencial para proporcionar una atención de calidad a tus pacientes. Para concluir: siempre buscá un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, y no dudes en buscar ayuda cuando la necesites. ¡Tu salud mental y emocional son fundamentales para un desempeño óptimo en el quirófano y en tu vida personal!