Preguntas Frecuentes
Hecho por Manuel Meiriño.
La anestesia es un procedimiento médico que permite realizar cirugías o estudios sin dolor ni malestar. Su objetivo es brindar seguridad y bienestar al paciente, ya sea eliminando la sensibilidad en una zona del cuerpo o induciendo un estado de inconsciencia, según el tipo de procedimiento que se realice.
Existen diferentes tipos de anestesia:
- Anestesia local y tópica: Adormece una pequeña área del cuerpo, como por ejemplo para suturar una herida o extraer un diente. El paciente permanece despierto y consciente.
- Anestesia regional: Bloquea la sensibilidad en una zona más amplia, como un brazo o la parte inferior del cuerpo, sin afectar la conciencia. Es habitual en procedimientos como el parto (anestesia epidural) o cirugías de extremidades.
- Sedación: Se utiliza para estudios o intervenciones que requieren que el paciente esté relajado y sin molestias. Puede combinarse con anestesia local o regional. Los medicamentos se administran generalmente por vía intravenosa.
- Anestesia general: Produce un estado de inconsciencia total, en el que el paciente no siente dolor ni recuerda lo ocurrido durante la cirugía. Se utiliza en procedimientos más complejos y se administra mediante medicamentos intravenosos y/o gases inhalados.
Todas estas técnicas son realizadas por profesionales médicos especializados en anestesiología, quienes eligen la más adecuada según cada caso y cuidan al paciente antes, durante y después del procedimiento.
Típicamente los medicamentos anestésicos se administran por vía intravenosa (a través de una vía en la mano o el brazo, por ejemplo) o mediante la inhalación de gases anestésicos a través de una máscara facial (parecida a las utilizada para nebulizarte). Estos medicamentos te inducen un sueño profundo.
Durante toda la cirugía, el médico anestesiólogo se encarga de monitorearte en forma continua. Verifica y vela por tu frecuencia cardíaca, presión arterial, oxigenación y otros signos vitales para garantizar tu seguridad en todo momento.
Mientras estás dormido, para asegurar una correcta entrada de oxígeno y gases anestésicos a los pulmones, se utilizan dispositivos en la vía aérea. Estos pueden ser una mascarilla especial que se ubica en la laringe o un tubo colocado en la tráquea. Todos estos elementos se retiran antes de que despiertes.
Te contamos cómo será el paso a paso cuando vengas a realizarte un procedimiento que requiere anestesia:
Primero, deberás presentarte en admisión para completar los trámites de ingreso. Luego te indicarán dirigirte a la sala de espera de quirófano y anunciarte en la recepción.
Tené en cuenta que, por la dinámica quirúrgica, los horarios pueden variar y es posible que debas esperar más de lo previsto.
Cuando llegue el momento, personal de quirófano te llamará para ingresar al vestuario. Allí van a:
- Confirmar tu identidad, procedimiento programado, cumplimiento de ayuno y alergias.
- Colocarte una pulsera identificatoria.
- Entregarte una bata, gorro, barbijo y botas descartables para que te cambies. Deberás sacarte toda tu ropa, pudiendo quedarte únicamente con ropa interior que sea 100% algodón.
- Retirarte todo tipo de joyas, relojes, piercings, anteojos, audífonos o prótesis dentales removibles.
Si corresponde, te pedirán que marques con un “Sí” el lado del cuerpo donde se realizará la cirugía.
Cuando estés listo, ingresarás acompañado por personal de quirófano, caminando o en camilla. En algunos casos primero pasarás por una sala de cuidados preanestésicos y en otros irás directo al quirófano.
En la sala de cuidados preanestésicos te recostarás en una camilla y te recibirá el equipo de anestesiología, compuesto por tu anestesiólogo y sus asistentes.
Allí van a:
- Confirmar nuevamente tus datos, el procedimiento y el lado a tratar.
- Revisar tu evaluación prequirúrgica y hacerte algunas preguntas.
- Explicarte las opciones de anestesia adecuadas según tus características y la cirugía a realizar. Podés aprovechar este momento para despejar dudas y transmitir tus preferencias.
Si el procedimiento incluye un bloqueo periférico (anestesia de una zona específica, como un brazo o una pierna), se puede realizar en esta sala, con sedación y monitoreo adecuados, antes de pasar a quirófano.
Cuando la sala de operaciones esté lista, te trasladarán en camilla. Allí te recibirá todo el equipo quirúrgico y reconfirmarán tus datos, procedimiento y lado a intervenir.
Tu anestesiólogo te administrará la anestesia según la técnica elegida y te acompañará durante toda la cirugía, controlando tu estado y cuidando de vos en todo momento.
La anestesia general es una técnica que produce un estado de inconsciencia total y pérdida de sensibilidad en todo el cuerpo. Esto permite que puedas someterte a una cirugía o procedimiento sin sentir dolor ni tener recuerdos de lo ocurrido.
Al terminar la cirugía, se suspenden los medicamentos anestésicos y comenzás a despertar progresivamente. Luego, te trasladan a una sala de recuperación, donde continuás siendo controlado hasta que estés completamente despierto, estable y sin dolor, para poder regresar a tu habitación o ser dado de alta.
La anestesia raquídea y la peridural son tipos de anestesia regional que se utilizan para adormecer el cuerpo desde la cintura hacia abajo. Se emplean para procedimientos quirúrgicos o para aliviar el dolor en esa zona, como en el trabajo de parto.
Ambas se suelen aplicar más frecuentemente en la zona lumbar de la espalda, cerca de la médula espinal, pero tienen algunas diferencias importantes.
- Anestesia raquídea: El medicamento se aplica más cerca de la médula espinal. Actúa más rápido y produce un adormecimiento completo de la sensibilidad y el movimiento en la parte inferior del cuerpo. Se utiliza en cirugías breves o cuando se necesita un bloqueo profundo.
- Anestesia peridural: Se coloca un poco más alejada de la médula y permite mantener la sensibilidad al movimiento, bloqueando principalmente el dolor. Se pueden administrar dosis adicionales a través de un catéter. Es la opción más habitual para el trabajo de parto y en el caso de mentener dicho catéter, para el control del dolor postoperatorio después de cirugías importantes (con gran impacto doloroso).
Además de la anestesia raquídea y peridural, existe la anestesia regional periférica, también conocida como “bloqueo periférico". Esta técnica se utiliza para adormecer una zona específica del cuerpo, como un brazo, una pierna o una mano, bloqueando de manera selectiva los nervios que transmiten la sensibilidad desde esa región.
A diferencia de la anestesia regional central (como la raquídea o epidural, que actúan cerca de la médula espinal), la anestesia periférica se aplica sobre los nervios ubicados fuera de la columna vertebral.
- Preparación: Te colocan en una posición adecuada según la zona a anestesiar. Se limpia y desinfecta la piel en el área donde se realizará la técnica.
- Anestesia local: Se aplica una pequeña cantidad de anestesia en la piel para evitar molestias al colocar la aguja.
- Localización de los nervios: Con ayuda de ultrasonido y/o un pequeño estimulador eléctrico, el anestesiólogo localiza los nervios específicos que transmiten sensibilidad desde la zona a tratar.
- Inyección de anestesia: Una vez localizados los nervios, se inyecta el anestésico alrededor de ellos. Esto bloquea la transmisión de las señales de dolor y produce adormecimiento en la región.
- Inicio del efecto: El bloqueo comienza a actuar en pocos minutos. Vas a sentir que la zona pierde sensibilidad de forma progresiva (habitualmente primero perdiendo la capacidad de sentir la temperatura, y luego aparece la imposibilidad de movimiento, si es un bloqueo profundo).
- Monitoreo continuo: Durante todo el procedimiento, se controlan tus signos vitales y se verifica que el efecto anestésico sea adecuado y seguro.
- Procedimiento quirúrgico: Una vez confirmada la anestesia, se realiza la cirugía o procedimiento médico.
- Duración: La anestesia periférica puede durar varias horas, e incluso hasta 24 horas en algunos casos, lo que permite controlar el dolor también durante el posoperatorio.
La anestesia regional periférica permite realizar muchas cirugías de forma ambulatoria, con una recuperación más rápida en comparación con la anestesia general. Además, se puede complementar con distintos niveles de sedación, para que el paciente se sienta relajado y confortable.
Este tipo de anestesia siempre es realizada por médicos anestesiólogos especializados, garantizando seguridad y bienestar durante todo el procedimiento.
La sedación anestésica es una técnica que se utiliza para que estés relajado, cómodo y sin ansiedad durante un procedimiento médico. Puede aplicarse sola o como complemento de una anestesia local o regional.
El grado de sedación se adapta a las necesidades de cada paciente y procedimiento, y puede ser:
- Sedación leve:
Permanecés despierto, consciente y podés responder a preguntas o indicaciones simples, pero ahorrando las molestias o dolores producidos por el procedimiento. Muchas personas la describen como una sensación de bienestar y relajación.
- Sedación moderada:
Te mantiene en un estado de mayor relajación, pero seguís siendo capaz de responder a estímulos verbales. Es frecuente que no recuerdes todo lo ocurrido durante el procedimiento.
Sedación profunda:
Estás en un estado muy próximo al sueño profundo. Si bien podés responder a estímulos más intensos, es probable que no tengas recuerdos del procedimiento y permanezcas dormido la mayor parte del tiempo.
La sedación siempre debe ser realizada por médicos anestesiólogos, que cuentan con la formación y experiencia para controlar tu nivel de conciencia, asegurar tu comodidad y garantizar tu seguridad.
Durante toda la sedación, se realiza un monitoreo continuo de tus signos vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca, oxigenación, respiración y temperatura) para poder ajustar la medicación en todo momento y cuidarte de manera adecuada.
La anestesia peridural es una técnica muy utilizada para aliviar el dolor durante el trabajo de parto y el parto. Consiste en la colocación de un fino catéter a través de una aguja en la parte baja de tu espalda. Una vez colocado, la aguja se retira y el catéter queda en su lugar durante todo el parto.
Te pedirán que, durante unos minutos, estando sentada o recostada de costado, curves la espalda lo máximo posible y permanezcas quieta. Primero se adormece la piel en la zona de la punción, por lo que solo vas a notar una leve presión o manipulación en esa área.
No. Por el contrario, al reducir el dolor y el estrés materno, favorece una mejor oxigenación para el bebé.
Como el catéter permanece colocado, permite ir administrando la medicación de manera gradual y según necesidad, adaptándose a cada etapa del trabajo de parto. Además, si fuera necesario realizar una cesárea, puede utilizarse el mismo catéter para completar la anestesia de forma rápida y segura.
Con la peridural vas a dejar de sentir dolor, pero seguirás percibiendo las contracciones y podrás participar activamente de tu parto.