"¿Qué es la cultura de seguridad del paciente y cómo se aplica en la anestesiología?" por la Dra. Martina Delas


El concepto de “cultura de seguridad” (CS) ha sido acuñado y trabajado por numerosas industrias para mejorar su seguridad, sobre todo por aquellas de alto riesgo que requieren de una extrema confiabilidad, como la aviación y la energía atómica. En este segmento la seguridad es la prioridad número uno, aún a expensas de la producción o la eficiencia.

El sector salud comienza su camino sobre este tipo de cultura a partir del hito que marcó la publicación del informe To Err is Human: Building a Safer Health Care System (Errar es humano: creando un sistema de salud más seguro), realizado por el Institute of Medicine (IOM) de los Estados Unidos de América en el año de 1999, de manera concomitante al tema de la seguridad del paciente. El informe mostró que entre 44.000 y 98.000 americanos mueren cada año debido a errores relacionados con la atención de salud.
Desde esa fecha hasta la actualidad se ha venido trabajando a nivel mundial para fomentar la seguridad del paciente. Sin embargo, representa un desafío importante llevar adelante acciones para el fortalecimiento de la cultura de seguridad de los pacientes en el sistema de salud de Argentina.
Existen considerables variaciones en el uso de términos y definiciones de este concepto, una de las definiciones de cultura de seguridad más aceptada por el sector salud es la siguiente:


"El producto de valores, actitudes, competencias y patrones de conducta individuales y grupales que determinan el compromiso con la adecuada ejecución de los programas de seguridad de la organización."

La barrera más difícil para desarrollar esta cultura de seguridad es la resistencia al cambio por parte del personal, debido a esto, el cambio cultural puede tomar cierto tiempo en ser generado a nivel global dentro de una institución de salud.

A pesar de no haber un acuerdo absoluto acerca de lo que constituye una cultura de
seguridad efectiva, existen ciertos componentes que resultan claves para su desarrollo.

  • El reconocimiento de que existen daños a los pacientes generados por el cuidado de la salud.
  • El convencimiento de que dichos eventos y daños pueden evitarse mejorando el sistema de atención y sus procesos.
  • La construcción de un ambiente no punitivo en donde los individuos se sientan libres para reportar errores, accidentes o problemas de seguridad sin temor a represalias.
  • El fortalecimiento del trabajo en equipo mediante la colaboración entre distintos rangos y disciplinas en la búsqueda de soluciones a problemas de seguridad del paciente.
  • La promoción de mayor participación de los pacientes y sus familias.
  • La valoración de la seguridad de los pacientes como la principal prioridad.
  • El compromiso de los lideres con la seguridad. Asignación de recursos con tiempo protegido para dichas tareas.

Valoración del aprendizaje organizacional, focalizando las mejoras en el sistema, más que en aprendizajes individuales.

James Reason, autor de la “Teoría del Queso Suizo” en la causalidad de accidentes, afirma que los errores o accidentes son multicausales y suceden cuando “se alinean las rupturas de las barreras que existen en un sistema en forma consecutiva, como un queso suizo”. Asume la falibilidad del humano y la inevitabilidad de los errores.
Reason ha sido uno de los principales expertos en el concepto del error humano, definiéndolo como el “uso no intencional de un plan incorrecto para alcanzar un objetivo o la no ejecución de una acción planeada”.
El error puede utilizarse de tres formas: como la causa de algo, como la propia acción y como resultado de la acción. La clasificación incluye: errores de planeamiento, de
operación, de verificación, de información, de comunicación, y de selección.

Para avanzar hacia una cultura de seguridad resulta necesario conocer desde qué cultura se parte y comprender el impacto de la misma sobre la seguridad de los pacientes. La construcción de una cultura de seguridad suele llevar tiempo, y resulta importante saber en qué etapa se encuentra la institución o el servicio que se evalúa. Los métodos disponibles para la cultura de seguridad incluyen, entre otros, grupos focales, entrevistas estructuradas al personal y encuestas anónimas realizadas con formularios. Estas encuestas generalmente perciben más “clima” que “cultura” de seguridad. La evaluación de esta última requiere de una observación mucho más detallada y longitudinal. Sin embargo, los términos suelen utilizarse indistintamente.

Las encuestas empleadas para su medición utilizan en su mayoría cuestionarios cuantitativos basados en una combinación de preguntas sobre los distintos componentes que definen la cultura: expectativas y sus acciones para promover prácticas seguras, trabajo en equipo, aprendizaje organizacional, devolución constructiva (feedback) y comunicación luego de los errores, carga de trabajo, respuesta no punitiva, pases de pacientes, número de eventos reportados etc. Para elegir el mejor modelo de encuesta, se recomienda considerar aquellas que, con las limitaciones descriptas, se encuentran validadas. Una de ellas es la encuesta de cultura desarrollada por la Agencia para la Investigación y la Calidad del Cuidado de la Salud de los EE.UU, que es también la más utilizada en nuestro país, a partir de una adaptación realizada en 2005 por el Centro de Investigaciones Epidemiológicas de la Academia Nacional de Medicina.


CULTURA DE SEGURIDAD EN ANESTESIOLOGÍA


El verdadero tesoro de los hombres es el tesoro de sus errores
José Ortega y Gasset

Los fundamentos de la seguridad del paciente (SP) durante la asistencia médica se basan en dos líneas de pensamiento relacionadas:

1. La teoría del error de Reason, que asume que el ser humano es falible, por lo que pese a los esfuerzos por evitarlos los errores seguirán aconteciendo, por lo que es necesario que los procesos se rediseñen para hacerlos más resistentes a la producción de fallos o errores y menos proclives a la situaciones de riesgo, y habilitar estrategias de detección e interceptación precoz de los errores.

2. La cultura de seguridad (CS), cultura no punitiva en la que existe un compromiso de los individuos y organizaciones con la seguridad, y por tanto con la aplicación de las mejores prácticas y estándares, y que cuenta con un clima de seguridad abierto y de confianza mutua en la que los errores son una fuente de aprendizaje, en lugar de ser un
elemento punitivo.

En la actualidad, la seguridad en el paciente (SP) quirúrgico constituye un problema de salud pública debido a su elevada y creciente proporción dentro de la atención sanitaria, el alto potencial de daño asociado y que, la mayoría de los eventos relacionados con los procedimientos anestésicos-quirúrgicos, son prevenibles.

Anualmente se realizan entre 187 y 281 millones de cirugías mayores en el mundo. Entre un 3 y un 16% de los casos de cirugía con ingreso se complican con morbilidad mayor, resultando en secuelas permanentes o muerte en un 0,4- 0,8%. Estos datos indican que la morbimortalidad perioperatoria y la seguridad quirúrgica son una consideración de salud pública muy importante.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), seguridad del paciente es la reducción del riesgo de daño asociado a la asistencia sanitaria a un mínimo aceptable, Vincent en cambio la define como el evitar, prevenir o amortiguar los resultados adversos o el daño derivado del proceso de la asistencia sanitaria.

El gran objetivo de la seguridad del paciente es REDUCIR EL DAÑO y secundariamente reducir el error, ya que el error es una condición inherente a la condición humana.
No se puede profundizar en SP y anestesiología sin antes mencionar un documento crucial que marca un hito en la especialidad y que se conoce como Declaración de Helsinski* sobre la seguridad del paciente en Anestesiología; a continuación se transcribe en forma textual el documento tal como figura originalmente. "Los lideres de las sociedades que representan la Anestesiología, nos reunimos en Helsinki el 13 de junio de 2010 y todos acordamos que:

– Los pacientes tienen derecho a esperar estar seguros y protegidos durante su proceso asistencial, y la anestesiología tiene un papel clave para mejorar la seguridad perioperatoria del paciente. Con este fin, desarrollamos los Estándares internacionales de la World Federation of Anaesthesiologists para una práctica segura de la anestesia.

– Los pacientes desempeñan un papel importante en su seguridad, por lo que deben ser educados sobre ello, y se les deben brindar oportunidades que proporcione información para mejorar más aún el proceso para otros pacientes.

– Los que financian la atención sanitaria tienen derecho a esperar que los cuidados perioperatorios de anestesia se administren con seguridad y por tanto deben proporcionar los recursos apropiados.

– La educación tiene un papel clave en mejorar la seguridad del paciente, y apoyamos totalmente el desarrollo, difusión y realización de formación en seguridad para los pacientes.

– Los factores humanos desempeñan un papel importante en proporcionar cuidados seguros a los pacientes, y trabajaremos con nuestros compañeros cirujanos, enfermeros y otros para conseguirlo.

– Nuestros colaboradores de la industria tienen un importante papel que jugar en el desarrollo, fabricación y suministro de fármacos y equipos seguros para la atención de nuestros pacientes.

– La Anestesiología ha sido una especialidad clave en medicina, que ha liderado el desarrollo de la seguridad del paciente. No somos complacientes y sabemos que aún quedan muchas áreas que pueden mejorarse a través de la investigación y la innovación.

– Ningún requisito ético, legal o normativo debe reducir o eliminar ninguna de las protecciones existentes para los cuidados seguros establecidos en esta Declaración"
*Reproducido de European Journal of Anaesthesiology 2010;27(7):592-7

La "Declaración de Helsinki sobre la seguridad del paciente en anestesiología" supone un hito en los esfuerzos por parte de la anestesiología para promover los cuidados perioperatorios seguros y es el resultado de un consenso alcanzado entre los representantes científicos y políticos de la anestesiología europea: la Junta Directiva de la Sociedad Europea de Anestesiología (ESA) y la European Board of Anesthesiology (EBA). Su presentación fue en junio de 2010 en el congreso de la ESA en Helsinki, incluyendo la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR) y numerosas instituciones, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos (WFSA), entre otras.

La Declaración representa la opinión común, compartida en Europa, acerca de las medidas consideradas factibles y valiosas para mejorar la seguridad del paciente quirúrgico en 2010, y recomienda los pasos prácticos que todo anestesiólogo y todo servicio de anestesiología deberían incorporar a su práctica médica. Por tanto, la Declaración es un documento autorizado que los anestesiólogos en general podemos utilizar para introducir medidas de seguridad en los ámbitos institucionales donde desarrollemos nuestra práctica diaria, presentándolo ante las autoridades sanitarias, directores o Jefes de servicios de anestesiología.

Dentro de las medidas recomendadas para la mejora de la seguridad se establece la necesidad de disponer de protocolos y recursos para la gestión de 10 situaciones de
riesgo claves en la especialidad. La llave para tener una institución de alta fiabilidad en seguridad es hacer lo correcto para todos los pacientes en todo momento.
Para ello es útil disponer de protocolos consensuados y que se definan las actuaciones que se llevarán a cabo ante determinada situación o conjunto de circunstancias de riesgo. La normalización de rutinas, medicamentos, equipos y documentación puede garantizar que el paciente recibirá una atención fiable y segura.

De acuerdo a lo antedicho, se declaran los siguientes objetivos para mejorar la Seguridad Del Paciente:

1. Todas las instituciones que proporcionen cuidados perioperatorios a pacientes deberán cumplir con los mínimos estándares de monitorización recomendados por la CLASA tanto en quirófanos como en salas de recuperación.
2. Todas estas instituciones deberán tener protocolos y las facilidades necesarias para lo siguiente:

• Valoración preoperatoria y preparación.
• Chequeo del equipo y de los fármacos.
• Etiquetado de jeringas.
• Dificultad / fallo de intubación.
• Hipertermia maligna.
• Anafilaxia.
• Toxicidad por anestésico local.
• Hemorragia masiva.
• Control de la infección.
• Cuidados postoperatorios, incluyendo control del dolor.

3. Todas las instituciones que proporcionen sedación a los pacientes deberán cumplir con los estándares reconocidos de sedación para una práctica segura.
4. Todas las instituciones deberían apoyar la iniciativa la Cirugía Segura Salva Vidas de la OMS y las listas de verificación segura o Checklists.
5. Todos los departamentos de Anestesiología deben ser capaces de hacer un informe anual de las medidas tomadas y los resultados obtenidos en cuanto a mejoras en la seguridad del paciente a nivel local.
6. Todas las instituciones que proporcionen cuidados anestesiológicos a los pacientes deben recoger los datos requeridos para elaborar un informe anual sobre morbimortalidad del paciente.
7. Todas las instituciones que proporcionen cuidado anestesiológico a los pacientes deben contribuir a las evaluaciones reconocidas a nivel nacional u otras auditorías principales sobre prácticas seguras y sistemas de comunicación de incidentes críticos.

Deben proporcionarse recursos para conseguir este objetivo.

La Confederación Latinoamericana de Sociedades de Anestesiología (CLASA), de la cual forma parte la Federación Argentina de Asociaciones de Anestesia, Analgesia y Reanimación (FAAAAR) y de esta última forma parte la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires (AAARBA), adhirió a la Declaración de HELSINKI sobre Seguridad del Paciente Bajo Anestesia, en el marco del 15º Congreso Mundial de Anestesiólogos que se desarrolló en la Argentina. La firma del convenio internacional se llevó a cabo con la presencia de miembros de la Federación Mundial de Anestesia y de la Sociedad Europea de Anestesia.